Junto con destacar que los catequistas son “un regalo de Dios” y agradecer su servicio y misión evangelizadora, Monseñor Ricardo Ezzati, los animó en la celebración del Día del Catequista a motivarse por profundizar su formación, en el proceso renovador de la Catequesis en Chile.
Monseñor presidió una eucaristía en la parroquia San José, que reunió a los párrocos y a los y las catequistas de las parroquias que conforman el naciente Gran Decanato Concepción, que fusionó a dos decanatos de la diócesis. “Hemos querido que Concepción sea un solo gran decanato para multiplicar la fuerza evangelizadora al servicio de la vida de nuestra ciudad.”, precisó.
La celebración se destacó por una serie de signos y una liturgia enriquecida por la alegría del canto y la música. “En esta primera reunión del Decanato entrego un mensaje de aliento y confianza, sabiendo que el Señor ha puesto en el corazón de los catequistas una elección grande y hermosa”, les señaló.
En su reflexión, Monseñor planteó “¿Cuál es el carné de identidad de un catequista? ¿Cuáles son los rasgos que los identifica dentro de la Iglesia?. Lo primero es que el catequista es un testigo. El catequista está llamado a tener los ojos y el corazón bien abiertos para descubrir la presencia de Jesús y expresar su palabra y ser testigos de Él junto a los hermanos”.
En segundo lugar, afirmó que el testigo es aquel que da testimonio de la verdad de Dios. “El auténtico testigo no miente, no esconde la verdad, sino que proclama la verdad con la frente en alto. Debe anunciar a Jesucristo en todo lo esencial de su verdad y de su amor en el mundo de hoy”.
A continuación los llamó a ser valientes ante las dificultades a que se enfrentan al evangelizar el mundo de hoy, recordando a San Pablo que fue ejemplo de evangelizador y catequista en su tiempo, sufriendo una terrible persecución por ser fiel a la palabra de Dios. “En su vida de catequista, sin duda ustedes también encuentran dificultades. No tengan miedo, sean valientes y fieles a la palabra del Señor”, subrayó.
Los llamó a sentirse elegidos por el Señor. “El Señor ha puesto su mirada en cada uno de ustedes; los ha llamado a ser catequista en este lugar. El Señor les otorga toda su confianza. Sientan el gozo y la alegría y la satisfacción profunda de ser elegidos por el Señor para ser sus apóstoles”.
Finalmente, los invitó a sumarse a la tarea de la Misión Continental, afirmando que “el catequista es un misionero permanente de la Iglesia” y ofreció su oración “para que todos los catequistas puedan encontrar la fuerza y renovar su compromiso cristiano y misionero. Como Pastor de esta Iglesia quiero expresar mis sentimientos personales de gratitud y también de la Iglesia de Concepción por el trabajo y el esfuerzo de cada uno de ustedes”.
Ante de concluir algunos catequistas entregaron su testimonio y se concluyó con un alegre compartir en salones de la parroquia.
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